BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS

Este blog lo hacemos entre todos. En él encontrarás experiencias, comentarios y preguntas de tus compañeros que pueden interesarte.
Os recuerdo que este es una actividad de la escuela y por tanto, rigen las mismas normas que en ésta. Cualquier falta de respeto, mote o lenguaje impropio será excluido del blog. Para escribir un comentario, cuidad que esté correctamente redactado. Tened en cuenta que si no redactáis bien, puede ser que no se os entienda.
Un saludo y ¡ánimo en el estudio!. Vuestra profe Maricarmen.

¿Por qué leer?



Impresionante vídeo de animación a la lectura realizado por Sebastián un alumno del IES Nosa Señora dos Ollos Grandes, de Lugo.

martes, 1 de julio de 2014

Actividades interactivas de SM para trabajar en verano 5º y 6º primaria

5º DE PRIMARIA

LENGUA Misión en África

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MATEMATICAS Misterio en el Ártico

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CONOCIMIENTO DEL MEDIO El secreto de la muralla china

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6º DE PRIMARIA

LENGUA La máquina del Tiempo

 ACTIVIDADES INTERACTIVAS SM PRIMARIA VERANO LENGUA SEXTO

MATEMATICAS La ciudad perdida de los Kowane


ACTIVIDADES INTERACTIVAS SM PRIMARIA VERANO MATEMATICAS SEXTO 

 CONOCIMIENTO DEL MEDIO Operación Tigre Blanco

ACTIVIDADES INTERACTIVAS SM PRIMARIA VERANO CONO SEXTO

miércoles, 18 de junio de 2014

LA LEYENDA DE ORFEO Y EURIDICE



ORFEO Y EURÍDICE

Cuentan las leyendas que, en la época en que dioses y seres fabulosos poblaban la tierra, vivía en Grecia un joven llamado Orfeo, que solía entonar hermosísimos cantos acompañado por su lira. Su música era tan hermosa que, cuando sonaba, las fieras del bosque se acercaban a lamerle los pies y hasta las turbulentas aguas de los ríos se desviaban de su cauce para poder escuchar aquellos sones maravillosos.

Un día en que Orfeo se encontraba en el corazón del bosque tañendo su lira, descubrió entre las ramas de un lejano arbusto a una joven ninfa que, medio oculta, escuchaba embelesada. Orfeo dejó a un lado su lira y se acercó a contemplar a aquel ser cuya hermosura y discreción no eran igualadas por ningún otro.

- Hermosa ninfa de los bosques –dijo Orfeo-, si mi música es de tu agrado, abandona tu escondite y acércate a escuchar lo que mi humilde lira tiene que decirte.

La joven ninfa, llamada Eurídice, dudó unos segundos, pero finalmente se acercó a Orfeo y se sentó junto a él. Entonces Orfeo compuso para ella la más bella canción de amor que se había oído nunca en aquellos bosques. Y pocos días después se celebraban en aquel mismo lugar las bodas entre Orfeo y Eurídice.

La felicidad y el amor llenaron los días de la joven pareja. Pero los hados, que todo lo truecan, vinieron a cruzarse en su camino. Y una mañana en que Eurídice paseaba por un verde prado, una serpiente vino a morder el delicado talón de la ninfa depositando en él la semilla de la muerte. Así fue como Eurídice murió apenas unos meses después de haber celebrado sus bodas.


Al enterarse de la muerte de su amada, Orfeo cayó presa de la desesperación. Lleno de dolor decidió descender a las profundidades infernales para suplicar que permitieran a Eurídice volver a la vida.
Aunque el camino a los infiernos era largo y estaba lleno de dificultades, Orfeo consiguió llegar hasta el borde de la laguna Estigia, cuyas aguas separan el reino de la luz del reino de las tinieblas. Allí entonó un canto tan triste y tan melodioso que conmovió al mismísimo Carón, el barquero encargado de transportar las almas de los difuntos hasta la otra orilla de la laguna.
Orfeo atravesó en la barca de Carón las aguas que ningún ser vivo puede cruzar. Y una vez en el reino de las tinieblas, se presentó ante Plutón, dios de las profundidades infernales y, acompañado de su lira, pronunció estas palabras:
- ¡Oh, señor de las tinieblas! Heme aquí, en vuestros dominios, para suplicaros que resucitéis a mi esposa Eurídice y me permitáis llevarla conmigo. Yo os prometo que cuando nuestra vida termine, volveremos para siempre a este lugar.
La música y las palabras de Orfeo eran tan conmovedoras que consiguieron paralizar las penas de los castigados a sufrir eternamente. Y lograron también ablandar el corazón de Plutón, quien, por un instante, sintió que sus ojos se le humedecían.
  

- Joven Orfeo –dijo Plutón-, hasta aquí habían llegado noticias de la excelencia de tu música; pero nunca hasta tu llegada se habían escuchado en este lugar sones tan turbadores como los que se desprenden de tu lira. Por eso, te concedo el don que solicitas, aunque con una condición.

- ¡Oh, poderoso Plutón! – exclamó Orfeo-. Haré cualquier cosa que me pidáis con tal de recuperar a mi amadísima esposa.

- Pues bien –continuó Plutón-, tu adorada Eurídice seguirá tus pasos hasta que hayáis abandonado el reino de las tinieblas. Sólo entonces podrás mirarla. Si intentas verla antes de atravesar la laguna Estigia, la perderás para siempre.

- Así se hará –aseguró el músico.

Y Orfeo inició el camino de vuelta hacia el mundo de la luz. Durante largo tiempo Orfeo caminó por sombríos senderos y oscuros caminos habitados por la penumbra. En sus oídos retumbaba el silencio. Ni el más leve ruido delataba la proximidad de su amada. Y en su cabeza resonaban las palabras de Plutón: “Si intentas verla antes de atravesar la laguna de Estigia, la perderás para siempre”.

Por fin, Orfeo divisó la laguna. Allí estaba Carón con su barca y, al otro lado, la vida y la felicidad en compañía de Eurídice. ¿O acaso Eurídice no estaba allí y sólo se trataba de un sueño?. Orfeo dudó por un momento y, lleno de impaciencia, giró la cabeza para comprobar si Eurídice le seguía. Y en ese mismo momento vio como su amada se convertía en una columna de humo que él trató inútilmente de apresar entre sus brazos mientras gritaba preso de la desesperación:

- Eurídice, Eurídice...

Orfeo lloró y suplicó perdón a los dioses por su falta de confianza, pero sólo el silencio respondió a sus súplicas. Y, según cuentan las leyendas, Orfeo, triste y lleno de dolor, se retiró a un monte donde pasó el resto de su vida sin más compañía que su lira y las fieras que se acercaban a escuchar los melancólicos cantos compuestos en recuerdo de su amada.


Ainhoa.mp3 Angélica.mp3 carla.mp3 Erik.mp3 Florina.mp3 Gema.mp3 Huzafa.mp3 Javier.mp3 luis.mp3 Paola.mp3 RUYI.mp3 Talha.mp3 Yolanda.mp3

martes, 3 de junio de 2014

JUAN SEBASTIÁN DE ELCANO



Célebre navegante, el primero que dio la vuelta al mundo, nacido en Getaria (Gipuzkoa) en 1487 y muerto en el Pacífico en 1526.
Habituado desde niño a la vida de la mar en la pesca litoral y de altura. Su carácter emprendedor y aventurero le hizo participar en la expedición que el cardenal Cisneros organizó contra Argel en 1509, así como en las campañas que el Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba condujo en Italia
A su vuelta, al cabo de ciertos líos que tuvo con la Justicia por haber rendido un navío armado a unos extranjeros, partió para Sevilla.
En Sevilla tuvo conocimiento del proyecto del portugués Fernando de Magallanes para descubrir una ruta por occidente a través de un paso o estrecho por el sur de América, que llevara a las islas de las especias sin atravesar por dominios portugueses. En la flota, compuesta de cinco naves y tripulada por doscientos sesenta y cinco hombres, le correspondió en principio a Elcano el puesto de maestro de la nao Concepción. 





















La expedición se hizo a la vela en Sanlúcar de Barrameda el 20 de setiembre de 1519 
El 21 de octubre de 1520 se adentraron en el estrecho al que Magallanes bautizó de Todos los Santos. El 28 de noviembre salieron al mar del Sur, al que pusieron el nombre de mar Pacífico o mar de las Damas por los suaves vientos alisios que soplaban.
El 24 de enero de 1521 llegaron a las islas Marianas o de los Ladrones.
Magallanes muere en las Filipinas en la isla de Mactán, cerca de Cebú, el 27 de abril de 1521. 
Desaparecido Magallanes y reducida la expedición a dos naves y 150 tripulantes, Elcano se hizo con la capitanía de la expedición, se dirigió a las Molucas, a donde llegó a finales de 1521. Allí, en la isla de Tidore, cargó un importante cargamento de especias, con lo que se cumplió el objetivo del viaje. Arribó a la isla de Timor(1522) donde supo de la existencia de otras tierras e islas, las actuales China, Java e Indonesia.
Ya sólo con la nave Victoria cruzó el océano Índico, dobló el cabo de Buena Esperanza (mayo de 1522) en el sur de África y, poniendo rumbo al norte, llegaron a las islas de Cabo Verde, que pertenecían a la Corona portuguesa. El 6 de septiembre de 1522 la expedición, tras recorrer 14.000 leguas, entraba en el Puerto de Santa María (Cádiz) con sólo 18 hombres y la nave Victoria cargada de especias.El emperador Carlos V (Carlos I de España) recibió a los supervivientes en Valladolid y le concedió una renta anual de 500 ducados en oro y un escudo de armas, cuya cimera era un globo terráqueo con la leyenda “Primus circumdedisti me” (El primero que me rodeaste).
En un segundo viaje a las Molucas, Juan Sebastián Elcano falleció el 4 de agosto de 1526 durante la travesía del Pacífico. 





Buque escuela de la Armada Española. El barco con mas millas recorridas del mundo. Es uno de los barcos más grandes y antiguos que navegan por el mundo pronto cumplirá los 100 años de vida útil.

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